La compañía Marie de Jongh estrena nuevo espectáculo con las máscaras como protagonistas: “Izar”. Una producción creada y producida por Jokin Oregi, que se estrenará el 28 de diciembre en el Teatro Arriaga. Izar, es la historia de una niña. Un historia tierna, llena de intensidad y sensaciones, que hará viajar al público en el tiempo y en los sentimientos, a través de las notas de un piano.
Con su anterior trabajo, “Amour”, la compañía han conseguido varios galardones, entre ellos el Max al mejor espectáculo infantil. Con Kibubu han llegado hasta a China… ¿Continuará Izar con esta trayectoria de éxito?
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LA HISTORIA
Izar tiene apenas seis años, y gracias a una férrea disciplina inculcada por sus padres, está alcanzando un dominio casi virtuoso del piano.
Es una estrella feliz, pero la vida azarosa, le depara un giro inesperado del que sólo podrá salir guiada por otra estrella, pero no una estrella cualquiera, sino una estrella de mar.
LA SIMBOLOGÍA
“Las estrellas de mar aunque pierdan un brazo, tienen la cualidad de regenerarse; e incluso de ese brazo roto puede salir otra estrella”, explica Jokin Oregi. Según sus palabras, la carga simbólica de la estrella de mar, en una obra que precisamente trata sobre la resilencia, reside en eso: “en la capacidad de superar una pérdida y recomponerse”.
EL REPARTO
Javier Renobales y Ana Meabe, representan el papel de los padres de la pequeña. Y el de la protagonista, es interpretado por dos actrices: Ana Martínez y Anduriña Zurutuza. El hecho de haber dos cuerpos para un mismo papel ya resulta un reto según Ana: “es un reto, porque al haber dos cuerpos en un mismo personaje, el trabajo se centra en que se note la diferencia de edad, pero no la diferencia de gestos, ni de movimientos”.
Pero la interpretación tras las máscaras, también supone un reto de por sí según Anduriña: “el máximo trabajo se centra en ser muy exactos con el cuerpo para conseguir contar lo que queremos”.
ESCENOGRAFÍA Y MÚSICA
Izar cuenta con una escenografía naif pero cuidada al detalle, en la que el sonido, los juegos de luces y el soporte audiovisual transportan al público por sensaciones de alegría, tristeza, frustración y superación.
La responsable de la escenografía y del diseño de vestuario, es Elisa Sanz, figurinista con varios premios en su haber (entre ellos, 5 premios Max de las artes escénicas). Su intención desde un principio fue clara, quería crear un “espacio no realista que tuviera que ver con el interior de un piano”.
Al carecer de texto, la música tiene una especial relevancia, en este caso la composición viene de la mano de Iñaki Salvador.
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Hemos podido disfrutar de Izar antes de su estreno, en un pase especial que hicieron a un grupo escolar en el centro de innovación escénica de Bilbao HARROBIA. La respuesta fue estupenda: los niños disfrutaron de las sorpresas que ofrece el espectáculo y se metieron en la piel de la pequeña Izar sacando su propia visión sobre el espectáculo, e incluso, jugando a descifrar su simbología. Los adultos, por su parte, también lo disfrutaron, e incluso se emocionaron.
Según Jokin Oregi, han contado una historia de superación: “la niña pierde a su madre pero vuelve a recuperar el espíritu y la fuerza como para tocar el piano una vez que ayuda a su padre a salir de agujero. Izar es una niña, pero también es una heroína”.
El director insiste en que la obra lanza un “mensaje optimista” a la par que didáctico, ya que “es importante despedirse de los muertos, llorarlos y guardarlos dentro de nosotros para siempre”. Izar, es sin duda una nueva propuesta estrella de Marie de Jongh para el teatro familiar: se dirige a los más pequeños y consigue remover a los más mayores. Es todo un arte que el teatro siga consiguiendo emocionar… ¡No te la pierdas!